Alejandro Magno

Alejandro y Aristóteles. El notable filósofo se ocupó de la formación intelectual y académica de Alejandro durante 5 años. / Wikimedia

Tal día como hoy… 13 de junio del 323 aC moría Alejandro Magno

 

El 13 de junio del 323 aC moría en Babilonia a los 33 años de edad, posiblemente a causa de malaria, Alejandro Magno, sin duda alguna el mayor icono de la antigüedad clásica: rey de Macedonia, Hegemón de Grecia, Faraón de Egipto y Gran Rey de Persia y Media. Su reinado fue breve, apenas 13 años, y el inmenso imperio que conquistó, efímero, no le sobrevivió. Pero su huella en la historia es indeleble.

 

CV / Alejandro nació el 21 de julio del 356 aC. Era el hijo primogénito del rey de Macedonia, Filipo II, y de su esposa, la reina Olimpia. Los macedonios eran un reino situado al norte de Grecia que no pertenecía a la Hélade; los griegos los consideraban bárbaros –o metecos-. Pero cuando Alejandro nació, los tiempos de esplendor de la Grecia clásica quedaban ya lejos. La Guerra del Peloponeso (431 aC-404 aC) entre Atenas y Esparta, que involucró a todas las polis griegas a favor de uno u otro contrincante, dejó Grecia devastada. Venció Esparta, pero no supo mantener su hegemonía durante mucho tiempo, siendo poco después desplazada por Tebas…

Alejandro fue educado por su padre para convertirse en soberano de toda Grecia bajo la égida macedonia, y tuvo como maestro a Aristóteles

Y Grecia se convirtió en un hervidero de guerras entre las distintas polis, azuzadas a su conveniencia por el eterno enemigo, el Gran Rey de Persia, que así mantenía entretenidos a los que le habían humillado en el siglo anterior. Son los tiempos de Platón (427 aC – 347 aC), cuya añoranza por los antiguos tiempos de grandeza atraviesa toda su obra, así como el correspondiente desarraigo con respecto a la decadente realidad que le tocó vivir… Pero mientras los griegos se dedicaban a destrozarse entre ellos, los «bárbaros» macedonios fueron helenizándose. Y la síntesis entre un pueblo de tradición guerrera y su admiración y permeabilidad hacia la cultura griega produjo una superpotencia que, bajo Filipo II, pasó de erigirse en protector del tesoro de Delfos a convertirse en del dueño de Grecia, acabando por someterlos.

Busto en mármol de Alejandro Magno, siglo II a. C. Obra helenística original de Alejandría (Egipto). / Wikimedia

Alejandro fue educado por su padre para convertirse en soberano de toda Grecia bajo la égida macedonia, y tuvo como maestro a Aristóteles –macedonio también él mismo, y un «meteco» para los griegos-. Heredó el trono a los 20 años y, tras sojuzgar algunas rebeliones, se planteó unir a todos los griegos en la que consideraba su misión histórica, la misma que había originado las Guerras Médicas en el siglo V aC y se remontaba a los tiempos míticos de la Ilíada y la Guerra de Troya: la liberación de las ciudades griegas de Asia Menor en manos de los persas, primero, y la conquista de todo el Imperio Persa, después; un reino de reinos infinitamente mayor que toda la Hélade, y cuyos confines los griegos desconocían. Alejandro se convertía así en el Aquiles redivivo.

Heredó el trono a los 20 años y, tras sojuzgar algunas rebeliones, se planteó unir a todos los griegos en la que consideraba su misión histórica

Con un pequeño, pero disciplinado ejército, invadió Asia y derrotó a los persas, mucho más numerosos, una y otra vez; Gránico, Issos, Gaugamela… Ocupó Asia Menor y descendió por Fenicia y Palestina, hasta Egipto, coronándose faraón y estableciendo la capital en una nueva ciudad fundada por él, que fue modelo urbanístico en su época, y todavía hoy: Alejandría. Luego regresó a Asia, destruyendo definitivamente el Imperio Persa y entrando en Persépolis y Babilonia, coronándose rey de reyes. Prosiguió hacia Afganistán y la India, hasta que sus soldados se negaron a seguirle y tuvo que regresar a Babilonia. Se dice que estaba pensando en atacar Occidente: Cartago, Roma… y constituir un imperio universal. Pero murió en al poco de regresar de la India; de malaria, de las fiebres del Nilo, de pancreatitis aguda… Se ha especulado también con un posible envenenamiento. Se había endiosado y orientalizado, actuando como un déspota asiático, cosa que los griegos, hombres libres por cultura, no encajaban muy bien…

Murió sin herederos. Había tenido un hijo, Herakles, con una concubina, y su esposa, la princesa persa Roxana, tuvo un hijo póstumo, Alejandro, que no llegó a reinar

Murió sin herederos. Había tenido un hijo, Herakles, con una concubina, y su esposa, la princesa persa Roxana, tuvo un hijo póstumo, Alejandro, que no llegó a reinar. Se cuenta que en su lecho de muerte le preguntaron a quién dejaba su inmenso imperio, “Al más fuerte” dicen las crónicas que respondió. Sus generales –Pérdicas, Casandro, Tolomeo, Antípatro, Antíoco…- empezaron un sinfín de guerras disputándose el imperio, que acabó fragmentado. Tolomeo acabó como faraón de Egipto y convirtió Alejandría en el nuevo epicentro de la cultura griega; su última descendiente fue Cleopatra.

Con sus expediciones, Alejandro abrió el contacto entre Oriente y Occidente, dando lugar a la época helenística. Nada de lo que ocurrió en los siglos siguientes se puede explicar sin el breve, pero decisivo, paso de Alejandro Magno por la historia. Por esto se convirtió en una leyenda.

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