Un equipo de Neurólogos del Hospital Clínic de Barcelona y el IDIBAPS, liderados por el Dr. Àlex Iranzo ha hecho público dos artículos sobre los trastornos del sueño de Franz Kafka y de sus personajes literarios. En dos artículos publicados en la revista Sleep Medicine los autores analizan el insomnio que persiguió a Kafka durante toda su vida y cómo el escritor lo plasmó en sus personajes.
H. Clínic / Los neurólogos y autores de los artículos leyeron todas las cartas que envió a sus prometidas, amigos, editores y familiares, además de todas sus narraciones y han extraído estos conclusiones.
Los artículos publicados por neurólogos del Hospital Clínic resaltan que en las obras escritas por Kafka también aparece el insomnio en múltiples ocasiones
Los artículos, firmados por el Dr. Àlex Iranzo, miembro de la Unidad del sueño del Clínic, sostienen que Franz Kafka explicó y se quejó amargamente, en sus cartas y escritos, de su insomnio en 292 ocasiones; especificaba que no podía dormir.
Kafka, en sus cartas explica en numerosas ocasiones que le invadían preocupaciones que no se sacaba de la cabeza, se pasaba las noches contando las campanadas del reloj de la catedral de Praga y no lo dejaban dormir por cualquier conversación que tenían sus vecinos por la noche . Kafka describía su cama como un “potro de torturas” e intentar dormir como una “ejecución”.

Los artículos sostienen que Kafka tenía una personalidad insegura, perfeccionista y atormentada. El escritor Checo, incluso, durmió con la ventana abierta, en el suelo o colocando compresas frías en el suelo para intentar dormir mejor, pero no tuvo éxito. Los artículos publicados en la revista Sleep Medicine constatan que Kafka necesitaba un absoluto silencio para escribir, su insomnio y cómo decidió cambiar sus hábitos.
Por la mañana iba a trabajar a una oficina de seguros, por la tarde intentaba dormir casa (mientras estaban sus padres y sus tres hermanas), y por la noche se ponía a escribir
Por la mañana iba a trabajar a una oficina de seguros, por la tarde intentaba dormir casa (mientras estaban sus padres y sus tres hermanas), y por la noche se ponía a escribir. En una sola noche escribió el célebre cuento ‘La Condena’. La falta de sueño le pasó factura ya que durante el día estaba fatigado, somnoliento y tenía alucinaciones, lo que se constata en sus escritos y correspondencias.
Los artículos publicados por neurólogos del Hospital Clínic resaltan que en las obras escritas por Kafka también aparece el insomnio en múltiples ocasiones. El artículo especifica diversas situaciones de personajes escritos por Kafka. Por ejemplo: en ‘El Castillo’ y en ‘El Desaparecido’ hay personajes que no pueden dormir por preocupaciones. En ‘Blumfeld’, al protagonista le cuesta dormir porque dos bolas botan bajo su cama. El protagonista de El Castillo no duerme por las noches y durante el día se duerme derecho.
En ‘El Desaparecido’, Josef Mendel trabaja por las mañanas en unos almacenes y estudia por las noches sobreviviendo a base de café. Gregor Samsa, el protagonista de ‘La Metamorfosis’, se convierte en un escarabajo gigante tras una noche de sueños agitados, y entre las virtudes de su hermana figura dormir bien. Gregor, aterrado por su horrible transformación apenas podrá dormir refugiado bajo un sofá.
Es la primera vez que se publica un artículo sobre Franz Kafka de estas características analizando sus trastornos del sueño en sus personajes y en su biografía
Es la primera vez que se publica un artículo sobre Franz Kafka de estas características analizando sus trastornos del sueño en sus personajes y en su biografía.
Franz Kafka (1883-1924) es una de la figuras literarias más célebres del siglo XX. La obra de Kafka es una de las más influyentes de la literatura universal del siglo XX, a pesar de no ser muy extensa: fue autor de tres novelas (El proceso de 1925, El castillo de 1926 y América de 1927), dos novelas cortas, La metamorfosis (1915) y La colonia penitenciaria (1914), y un cierto número de parábolas y relatos breves. Además, dejó una abundante correspondencia y escritos autobiográficos, la mayor parte publicados póstumamente.