
La Facultad de Química guía a los alumnos de secundaria para evaluar la calidad del aire de sus centros. Estudiantes e investigadores acuerdan soluciones de mejora tras analizar los resultados de las muestras tomadas en el interior y el exterior de las instalaciones.
URV / “No somos conscientes de los compuestos que respiramos”, asegura Nerea Cañadas, alumna del Instituto Cal·lípolis de Tarragona. Junto con sus compañeros del Ciclo Formativo de Grado Superior de Salud Ambiental, participa en un proyecto ideado por la Facultad de Química de la URV, que tiene por objetivo evaluar la calidad del aire de los centros educativos involucrando a los estudiantes en todo el proceso, desde la toma de muestras hasta la evaluación de los resultados. Al mismo tiempo, los alumnos de secundaria aprenden las nociones sobre los compuestos orgánicos volátiles y los contaminantes emergentes mediante la práctica.
Los 30 alumnos del Instituto Cal·lípolis que participan en el proyecto han tomado muestras de diferentes puntos del exterior del recinto del Complejo Educativo de Tarragona
Los 30 alumnos del Instituto Cal·lípolis que participan en el proyecto han tomado muestras de diferentes puntos del exterior del recinto del Complejo Educativo de Tarragona, donde está ubicado el centro, y de tres aulas donde se realizan actividades con uso de compuestos y disolventes. En una visita a la Facultad de Química han podido comprobar cómo se hacen las analíticas de las muestras y cuáles han sido los resultados.
Así, la investigadora Laura Vallecillos les mostró el equipo de cromatografía que permite separar los compuestos de la muestra que los alumnos recogieron con lo que se denominan muestreadores pasivos. Y les explicó cómo interpretar los resultados.

Del análisis de los compuestos exteriores, se observó que hay presencia de compuestos típicos de un área semiurbana con tráfico y actividad industrial. De hecho, el interés de este análisis estaba en la proximidad del Complejo Educativo con las actividades industriales del polígono sur, que no está tan estudiado como el polígono norte.
En una visita a la Facultad de Química han podido comprobar cómo se hacen las analíticas de las muestras y cuáles han sido los resultados
En este sentido, durante la sesión de conclusiones que hicieron conjuntamente investigadores y alumnos del Instituto Cal·lípolis determinaron que será necesario intensificar el monitoreo y comparar los resultados con las muestras tomadas en otros puntos de la ciudad y en poblaciones cercanas, para poner en relación los valores que han encontrado. Francesc Borrull, que lidera el proyecto, explicaba a los estudiantes que, una vez obtenidos los datos, se realizarán estudios de cálculo de riesgo, para comprobar si los valores de la concentración sobrepasan los límites permitidos y la afectación que podrían tener para la salud.