Tal día como hoy… 1 de enero de 1912 nacía el espía Kim Philby
El uno de enero de 1912 nacía en Ambala (India británica) Harold Adrian Russel Philby, más conocido como Kim Philby, el más famoso de «los cinco de Cambridge», agentes dobles británicos que trabajaron en realidad para la URSS.
CV / Era hijo de un militar y diplomático británico que llegó a asesor del rey Ibn Sa’ud de Arabia Saudita. El sobrenombre de «Kim» le vino luego, cuando trabajaba secretamente para los soviéticos, inspirado en el personaje de la novela Rudyard Kimpling que trabajaba de espía para las fuerzas de ocupación británicas.
Philby recibió una educación selecta en Westminster, ingresando después en el Trinity College de la Universidad de Cambridge para estudiar Economía e Historia
Philby recibió una educación selecta en Westminster, ingresando después en el Trinity College de la Universidad de Cambridge para estudiar Economía e Historia. Allí, en los años de entreguerras, se hizo marxista, se afilió a la Internacional Comunista y conoció a los que junto a él, serían conocidos como «Los cinco de Cambridge»: Donald Maclean, Guy Burgess, Anthony Blunt y John Cairncross, acabando todos ellos trabajando como espías para la Unión Soviética.
Al principio de los años treinta, adoptó una personalidad fascista, siguiendo las instrucciones de Moscú para no despertar sospechas, adhiriéndose al Comité de Amistad Anglo-alemán. Durante la Guerra Civil Española (1936-1939) fue enviado a la zona franquista, bajo la cobertura de corresponsal del periódico ‘The Times’ y con la misión secreta de asesinar a Franco. No mató a Franco, pero sus informes periodísticos fueron tan favorables a la causa franquista que el régimen de Burgos le concedió en 1938 la medalla de la Cruz Roja al mérito militar.
Al principio de los años treinta, adoptó una personalidad fascista, siguiendo las instrucciones de Moscú para no despertar sospechas
Durante este tiempo, enviaba información a la URSS por medio de supuestas cartas de amor una imaginaria mujer francesa. Años después, ya como cabeza del MI6, se enteró de que la dirección a la cual enviaba dichas cartas correspondía a la embajada soviética en París, y cayendo en la cuenta de que su doble juego hubiera podido ser muy fácilmente descubierto, y de que, después de todo, los servicios de inteligencia soviéticos eran también bastante chapuceros.
Pero Philby fue siempre un personaje con una especial astucia para eludir las encerronas. Durante la II Guerra Mundial entró en los servicios de inteligencia británicos, concretamente en el SIS, antecesor del MI6, y prosiguiendo secretamente espiando para los soviéticos.
En 1945 las cosas se le complicaron bastante. Un agente del NKVD soviético. Konstantín Vólkov decidió desertar a Gran Bretaña. Esto constituía un grave problema, porque Volkov sabía de la existencia de topos en el servicio de inteligencia británico. Enterado Philby, consiguió que el MI6 le asignara la misión de recoger al desertor en El Cairo. A la vez, alertó a los soviéticos, que no dejaron desembarcar a Volkov y lo detuvieron llevándoselo de vuelta a la URSS, donde fue ejecutado.
Pero en 1949, las cosas comenzaron a complicarse aún más. En primer lugar, se descubrió la identidad del criptónimo Homer era en realidad Donald Maclean, amigo y colaborador de Philby. Ello provocó la deserción de Burgess y de Maclean –que se fugaron a la URSS-, cuya condición de antiguos compañeros de Cambridge con Philby lo puso en el punto de mira, muy especialmente de la CIA norteamericana. Pero Philby consiguió una vez más salir airoso, pese a que los norteamericanos lo tuvieran en el punto de mira.
Finalmente, fue descubierto a raíz de la deserción de un espía polaco que no consiguió controlar porque se entregó a la CIA
Finalmente, fue descubierto a raíz de la deserción de un espía polaco que no consiguió controlar porque se entregó a la CIA, cuyas delaciones pusieron al descubierto a un agente doble que utilizaba Philby, Georges Blake, que fue detenido a finales de 1962 y cuyas delaciones pusieron al MI5 –el servicio de contrainteligencia británico- definitivamente sobre la pista de «Kim». Las últimas noticias sobre Philby fueron que desapareció «misteriosamente» en Beirut en enero de 1963; poco después, reaparecía en la URSS considerado un héroe nacional.
Quedaban todavía dos de «los cinco de Cambridge». Anthony Blunt, que llegó a asesor de arte de la reina Isabel II, fue descubierto en 1964, pero el caso no se hizo público dada su condición de caballero de la Orden del Imperio británico y solo se reveló en 1979. Cairncross, a su vez, falleció en Inglaterra en 1995 y solo fue descubierto póstumamente. El sexto en discordia, Blake, cuyas delaciones llevaron al desenmascaramiento de prácticamente todo el grupo de Cambridge, protagonizó una espectacular fuga de la cárcel en 1966 y se refugió también en la URSS, cuenta en la actualidad con 96 años de edad.
Alguien dijo de Kim Philby que su vida fue una novela de espías de verdad. Y así fue; no faltó prácticamente ninguno de los ingredientes literarios al uso. Su biografía inspiró famosas adaptaciones novelescas y cinematográficas, como ‘Thinker, taylor, soldier, spy’ –‘El topo’-, de John le Carré, o ‘El factor humano’, de Graham Greene…
Kim Philby falleció en Moscú el 11 de mayo de 1988, a los 76 años de edad.