
La desaparición de los neandertales se ha visto manchada por miles de prejuicios en evolución humana. La percepción que los neandertales eran lerdos y necios humanos ante los altivos e inteligentes sapiens confundió la lógica de muchos expertos pensando que Caín mató a Abel.
David Rabadà | Catalunya Vanguardista @DAVIDRABADA
La llegada de los sapiens a Europa se cifra superior o cercana a los 45.000 años, momento en que este continente se hallaba ocupado plenamente por los neandertales y los glaciares se extendían por el norte empujando a los sapiens asiáticos hacia Europa. La extinción de los neandertales pasados unos milenios no dejaba lugar a dudas, un sapiens superior en inteligencia y tecnología exterminó a unos neandertales burdos y precarios. Así se ha interpretado en multitud de veces. Ver por ejemplo el trabajo de Bienvenido Martínez y Policarp Hortolà de abril de 2012 en Quaternary International. Pero suponer la vida neandertal como un pasado oscuro y tenebroso ha sido el producto de los prejuicios de otros oscurantistas, algunos sapiens actuales.
Los neandertales no diferían en demasía de sus contemporáneos, los sapiens, por lo que su extinción quizás no fue debida a una ataque y derribo
Los neandertales no diferían en demasía de sus contemporáneos, los sapiens, por lo que su extinción quizás no fue debida a una ataque y derribo. (ver: Cómo ser neandertal y no morir en el intento). Además el sapiens asiático, como sus contemporáneos neandertales, mantuvo el modo III. Sólo posteriormente, y cuando entró en Europa, había desarrollado el IV.
En agosto de 2014 apareció en Nature una profunda revisión de las dataciones de los últimos neandertales. Si antes se barajaban fechas de su extinción sobre los 33.000 años ahora se vio que el neandertal, y de manera bastante homogénea, expiró hace unos 40.000 años. En ello no hubo tendencias regionales como siempre se había dicho. Es decir, los últimos neandertales no fueron ibéricos como muchos deseaban. No cabe duda que la entrada de sapiens hace alrededor de 45.000 años y la extinción de neandertal hace 40.000 pudieron guardar relación. En tal caso las extinciones, y como de otros ejemplos sabemos, no siempre han de ser repentinas y tumultuosas sino que pueden devenir paulatinas y pacíficas.
jamás se han hallado señales de ataques de sapiens sobre neandertales
De hecho jamás se han hallado señales de ataques de sapiens sobre neandertales. En aquel pasado no hubo guerras como las actuales. Si a ello fuéramos estaríamos bajo el prejuicio de pensar que lo actual fue lo pasado. Además con la escasa, dispersa y baja densidad de población de los cazadores recolectores cabe dudar mucho de una guerra de sapiens contra neandertales. Entonces, ¿qué ocurrió?

Para dar respuesta a lo anterior cabe comparar los neandertales con los sapiens y esquivar ciertos prejuicios para destriar el trigo de la paja, es decir, descartar las hipótesis prejuiciosas y llegar hasta la más lógica y próxima a los hechos.
En primer lugar neandertal evolucionó en un clima entre templado y glacial perdiendo la robustez de los erectus antecesores. Sapiens hizo lo mismo por África bajo una meteorología más benigna y soleada. Quizás por ello sapiens superó a neandertal en pérdida de robustez. En climas más cálidos era mejor reducir metabolismo que mantener un cuerpo que gastaba demasiado. Por ello neandertal mantuvo una masa muscular un 30 % superior a sapiens bajo un consumo metabólico acelerado. Ello, y en muchos mamíferos, implica que el ritmo de envejecimiento resulta mayor al mantener una tasa metabólica elevada. Por lo tanto neandertal tendría una vida más corta que sapiens.
La vida media de sapiens se estima por aquel entonces sobre los 40 a 60 años, mientras que la de neandertal era inferior a los 40
La vida media de sapiens se estima por aquel entonces sobre los 40 a 60 años, mientras que la de neandertal era inferior a los 40. A pesar de ello Trinkaus, en enero de 2011, publicó un artículo equiparando la media de vida de los neandertales con sus sapiens coetáneos. En su trabajo publicado en la revista Proceedings of National Academy of Science argumentaba que ambas variedades de Homo ostentaban una vida media de entre 40 y 60 años bajo masas musculares similares. En ello Trinkaus también decía que los neandertales tenían una menor fertilidad que los sapiens y ello les confería una desventaja evolutiva. Prueba de ello es la estructura de los campamentos entre ambas variedades de Homo.
Los neandertales vivían en grupos modestos de tendencia familiar de entre 7 a 15 individuos bajo una gran endogamia (ver, entre otros, el Scientific Reports en Nature de febrero de 2019). En cambio los sapiens lo hacían con estructuras multifamilares de entre 20 a 50 miembros y con una densidad de población de cinco a diez veces superior a la neandertal (ver el Science de julio de 2011). De hecho sapiens, más generalista, logró colonizar los cinco continentes en menos de 100.000 años, erectus llegó a tres en unos 800.000, y neandertal sólo se mantuvo especializado en Europa y parte de Asia durante sus 500.000. Es decir sapiens fue unas diez veces más rápido que erectus, y ambos más dilatados que neandertal.

Ello ya indica que neandertal y sapiens mantuvieron tasas reproductivas muy distintas durante toda su evolución. Quizás en ello tuvieron mucho que ver sus hábitos como cazadores recolectores. Los neandertales utilizaban lanzas pesadas, entre otros utensilios, y los sapiens introdujeron el propulsor, el arco y hasta el boomerang. Ello nos indica que los primeros dominaban más la caza de proximidad que la de distancia, mientras los segundos lograban lo contrario. Además cuando sapiens entró en Europa trajo consigo un modo de talla muy diverso y sofisticado, el modo IV, mientras los neandertales mantenían el III con algunos atisbos del IV a finales de su existencia (chatelperroniense de la Groutte du Renne).
Tecnología y reproducción fueron las diferencias que promovieron la desaparición de los neandertales
Todo ello hace suponer que los neandertales eran ramoneadores detrás de las rutas de sus presas, mientras que los sapiens trajeron consigo un nomadismo más programado y previsor. En fin, que sapiens obtenía más recursos y neandertal no era tan eficiente. Ello, y en conclusión, daba a los sapiens una superior tasa de reproducción y a los neandertales una de menor. Así pues tecnología y reproducción fueron las diferencias que promovieron la desaparición de los neandertales. Pero, ¿cómo ocurrió?
En el fondo los sapiens quizás seamos algo neandertales
Lo más probable fue que hubo una progresiva reducción de los neandertales cuando los sapiens ya se hallaron diseminados por Europa. Los segundos mermaban los recursos de los segundos sin encontrarse apenas. Cabe recordar que la densidad de población era ínfima en aquellos tiempos y que los neandertales llegaban a los lugares cuando sapiens ya había obtenido sus recursos. Y a menor aporte de alimentos, menor capacidad reproductiva. Este proceso se estima que duró entre 2.600 a 5.000 años sin que hubiera guerras ni exterminios militares entre ellos, ¿pero fue esto del todo cierto?
Lo más probable fue que hubo una progresiva reducción de los neandertales cuando los sapiens ya se hallaron diseminados por Europa
En 2014 me llegó una tesis de máster de la Universidad Autónoma de Barcelona. En ella Juan María Olives presentó un sistema de simulación demostrando que un diferencial de natalidad entre neandertal y sapiens justificaba la predominancia de la segunda sin necesidad de una extinción catastrófica de los neandertales. Y hoy en día, entre otros muchos ejemplos, lo mismo ocurre con la expansión de especies invasoras como el cangrejo americano. Este, y en muchos ríos mediterráneos, desplaza al cangrejo autóctono. Es decir, uno se reproduce mejor que otro, le roba los recursos y el segundo, ante menos dispendio, es asimilado por el entrante.
Habrá pues que preguntarse qué vínculos mantuvimos con los neandertales mientras compartimos el mismo espacio y tiempo. En el fondo los sapiens quizás seamos algo neandertales. Parece probable que les asimiláramos genéticamente. En tal caso ¿se extinguieron realmente los neandertales? A ello vamos en el próximo apartado.
Este artículo es la continuación de una serie titulada “Prejuicios y Evolución Humana“, a cargo de nuestro colaborador científico, David Rabadà.
Entrega anterior: Cómo Homo sapiens conquistó el norte (entrega 34)