
«En Catalunya hay muchas especies de setas venenosas, pero son muy pocas las que realmente causan una intoxicación grave, que son las setas que dañan el hígado» explica el Dr. Jordi To Figueras, facultativo sénior del laboratorio de Bioquímica y Genética Molecular. Aun así, cada año hay varias intoxicaciones por el consumo de setas cogidas directamente del bosque, algunas con consecuencias realmente graves.
Hospital Clínic
Hasta ahora este año el Hospital Clínic de Barcelona ha registrado 23 posibles intoxicaciones, de las cuales dos han dado positivo. Aun así, el Dr. Jordi To Figueras advierte que la temporada de setas acaba de empezar y todavía no ha llegado a su punto álgido.
La cifra de sospechas por intoxicación es un dato que se mantiene constante a lo largo de los años. Con todo, hay algunos años con una actividad muy intensa, como por ejemplo, 2018 y 2019
La cifra de sospechas por intoxicación es un dato que se mantiene constante a lo largo de los años: si se mira la evolución que proporciona el Servicio de Bioquímica y Genética Molecular del hospital, se puede observar que en los últimos cinco años la cifra de positivos se mantiene bastante proporcional con relación al número de solicitudes. Con todo, hay algunos años con una actividad muy intensa, como por ejemplo, 2018 y 2019. Solo hay que exceptuar el año pasado, que con las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia la gente no pudo salir al bosque a coger setas y las sospechas por intoxicación y los positivos cayeron en picado.
Por eso los dos expertos consultados, el Dr. Jordi To Figueras y el Dr. Emilio Salgado, responsable de Toxicología Clínica del área de Urgencias, coinciden al dar el mismo mensaje: insistir en el hecho de que la gente no coma setas cogidas en el bosque que no conoce. El Dr. Salgado explica que las toxinas de las setas hepatotóxicas, que son las más peligrosas como por ejemplo la Amanita phalloides o la Lepiota brunneoincarnata, no se alteran con el calor de la cocción. «Tampoco puedes confiar en el mal gusto, porque hay setas extraordinariamente peligrosas con un sabor excelente, como es el caso de la farinera borda (Amanita phalloides)».
Entre los síntomas más frecuentes por una intoxicación por setas se encuentran el dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea
Entre los síntomas más frecuentes por una intoxicación por setas se encuentran el dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea. El Dr. Emilio Salgado explica que hay que ir cuanto antes a urgencias si se sospecha que se han comido setas venenosas porque las primeras horas son clave. «Desde el punto de vista médico, cuando se produce una intoxicación de este tipo nos hacemos tres preguntas: si el paciente sabe el tipo de seta que ha comido, si ha comido setas tóxicas de un tipo o de más de uno y el rato que hace que los ha consumido», explica el Dr. Salgado. Entre las consecuencias más graves, puede haber la necesidad de recibir un trasplante de hígado o, incluso, la muerte por un fracaso hepático.
El Dr. Emilio Salgado hace un matiz importante: el 100% de las intoxicaciones se producen por setas que la gente ha cogido del bosque, pero las setas que se vienen a los mercados, tiendas y supermercados son seguras. Esto se debe al hecho que pasan un control de calidad muy exhaustivo en Mercabarna para que la venta al público sea segura.

El Clínic, centro referencia por intoxicaciones de setas
El Hospital Clínic de Barcelona dispone de un laboratorio que es centro de referencia en cuanto al análisis de orina de las personas intoxicadas por setas. Por eso el hospital dispone de un protocolo de Toxicología Clínica en el abordaje de posibles intoxicaciones por setas tóxicas. El Dr. To Figueras explica: «hospitales de todo Catalunya se encuentran con la necesidad de saber si las setas que dicen que han consumido los pacientes son tóxicas y nos envían las muestras a nosotros. Recibimos muestras de Manresa, Berga, la Seu d’Urgell… muchos lugares del país que nos envían las muestras al Hospital Clínic como centro de referencia. No nos derivan el enfermo necesariamente, sino las muestras de orina y de sangre para que el laboratorio pueda decir si se han encontrado o no las toxinas».