El Museo Thyssen Bornemisza es el único museo español que posee un conjunto de obras de Piet Mondrian y del grupo neoplasticista holandés.
Mondrian, De Stjil y la tradición artística holandesa
Del 7 de febrero al 6 de mayo de 2012.
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Coincidiendo con la celebración de su 20 aniversario, el Museo ThyssenBornemisza pone en marcha una nueva actividad expositiva que, con el título genérico de Miradas cruzadas, presentará periódicamente una instalación especial de algunas obras procedentes de sus colecciones.

La intención es potenciar la idea de museo como lugar de conocimiento, dando la oportunidad al espectador de desarrollar un tipo de mirada pausada y reflexiva que pueda despertar nuevas interpretaciones.
Para inaugurar el ciclo, a partir de 7 de febrero y coincidiendo también con ARCO 2012 dedicado este año a los Países Bajos, la muestra Mondrian, De Stijl y la tradición artística holandesa propone un dialogo visual entre algunas obras de Piet Mondrian y de sus colegas del grupo neoplasticista De Stijl, Theo van Doesburg y Bart van der Leck, con una selección de pinturas del Siglo de Oro holandés de los fondos del Museo.
Esta confrontación permitirá apreciar que, a pesar de la lejanía en el tiempo, existe una proximidad conceptual entre el arte de los miembros de De Stijl y la pintura holandesa del siglo XVII, compartiendo ciertos elementos comunes, como la equilibrada y armoniosa resolución de la composición pictórica o la tendencia a trabajar la superficie de la pintura como un plano pictórico frontal, bidimensional, organizado geométricamente.

La pintura holandesa del siglo XII constituye uno de los capítulos más significativos de la colección permanente; por otro lado, el Museo ThyssenBornemisza es el único museo español que posee un conjunto de obras de Piet Mondrian y del grupo neoplasticista holandés.
Tal y como expresaron en sus escritos teóricos – publicados en la revista De Stijl, fundada por Van Doesburg en 1917-, a pesar de su novedoso lenguaje, los pintores neoplasticistas veían su obra como la culminación del arte del pasado.
El desafío de sus cuadros, el juego de planos y líneas sobre la superficie pictórica, no supuso una ruptura tan radical con la tradición; al ponerlos en relación con las pinturas de los artistas holandeses del siglo XVII en este nuevo montaje, cobrarán seguro un nuevo sentido para el espectador.