
En sus inicios los neandertales y los sapiens fueron distintos en morfología y rasgos pero muy parecidos genética y culturalmente. De todas formas algunos expertos igualan a los neandertales a nosotros en inteligencias, emociones y posibilidades tecnológicas. Incluso los directores de Atapuerca sostuvieron en algunas conferencias que el coeficiente de inteligencia del neandertal era el mismo que el de sapiens, ¿y si en todo ello persiguieron un prejuicio?
David Rabadà | Catalunya Vanguardista @DAVIDRABADA
Cuando en 1949 Raymon Dart vio en el yacimiento de Sterkfontein y Makapansgat, ambos en Sudáfrica, unos australopitecos agresivos que machacaban a otros primates, se equivocó. Los cráneos rotos y pulverizados de aquel yacimiento hicieron pensar en un genocidio entre aquellos congéres. Pero por aquel entonces la Segunda Guerra Mundial había ofrecido una visión violenta y belicosa de la humanidad. Ello quizás infundió aquella interpretación guerrera. Más tarde, y con la objetividad del tiempo, los datos arqueológicos mostraron que todo fue fruto de depredadores que capturaron y despedazaron a aquellos primates cerca de una sima en donde sus restos cayeron. En fin, que en el siglo XXI, y con las guerras alejadas de occidente, la interpretación fue otra de más pacífica.
Hoy en día la mayoría de los sapiens occidentales enterramos a nuestros muertos aunque hay muchas culturas que no lo hacen
Quizás ahora ocurra algo semejante con el hecho de sapienizar a los neandertales. Un primer hecho equivalente al anterior lo hallamos en los enterramientos rituales en la Sima de los Huesos. En ellos los directores de Atapuerca vieron algo muy humano y pacífico en aquellos neandertales de hace 400.000 años. Hoy en día la mayoría de los sapiens occidentales enterramos a nuestros muertos aunque hay muchas culturas que no lo hacen. Fuera de nuestro entorno industrial hay multitud de etnias que elevan piras con sus difuntos, los abandonan en pleno campo, o hasta se los comen, todo ello para devolver a la naturaleza lo que sus muertos obtuvieron de ella. Es decir, sepultar es sólo una práctica más.
Ya analizamos la controversia sobre los enterramientos rituales en Atapuerca (ver: Enterramientos en la Sima de los Huesos, ¿verdad o exageración?), y a pesar de todos los hechos acumulados en contra, los directores del yacimiento mantuvieron su tesis de un protocolo funerario en la Sima de los Huesos en donde los neandertales se comportaban como la mayoría de sapiens occidentales actuales. Cabe recordar que otros autores argumentaron que cerca de esa cavidad los humanos jóvenes resultaron víctimas de grandes depredadores. Estos carnívoros transportaron los cadáveres a una cavidad superior de la sima. Posteriormente las corrientes de agua produjeron la dispersión y mezcla de aquellos restos humanos llevándolos hasta el fondo de la sima. En fin, y como en Sterkfontein y Makapansgat, no hubo un acto funerario sino que los depredadores fueron los artífices de la acumulación de huesos.
Un ejemplo de querer sapienizar a los neadertales lo vemos en las representaciones de Atapuerca donde muestran a un neandertal arrojado a la Sima de los Huesos con rasgos claros de sapiens
Otro ejemplo de querer sapienizar a los neadertales lo vemos en las representaciones de Atapuerca. Éstas, y bajo encargo a los paleoartistas, muestran a un neandertal arrojado a la Sima de los Huesos con rasgos claros de sapiens. Los neandertales carecían de mentón en su barbilla, cosa que los sapiens poseemos. Pues en tal representación aparece un neandertal con un mentón claro. Tal detalle indica claramente que se quiso sapienizar a los neandertales. Incluso en la faz del individuo arrojado se insinúa la cara del director de Atapuerca.
Otro dato revelador de sapienizar a los neandertales lo mostró un medio internacional. En el número de mayo de National Geographic de 2013, el codirector de Atapuerca, y Premio Príncipe de Asturias, Juan Luis Arsuaga, expuso que los neandertales utilizaban plumas para decorarse la cabeza como han hecho otros sapiens como los Sioux. Para ello se fundamentó en la reconstrucción de un busto masculino de un neandertal que el artista italiano Fabio Fogliazza elaboró. Esta escultura se inspiró en unas interpretaciones del yacimiento neandertal de Fumane en los Prealpes italianos. Ante tal cadena de suposiciones cabía preguntarse si realmente los neandertales se emplumaban la testa.

Arsuaga defendía dos argumentos, el primero, y sólo empezar el artículo, decía textualmente que las reconstrucciones que hacen los paleoartistas son tan buenas y realistas que nos vemos obligados a preguntarnos si de verdad ganaríamos algo viajando al pasado. Es decir, es más creíble el busto de un neandertal que los fósiles hallados.
En segundo lugar, y de entre los miles de fragmentos óseos del yacimiento italiano de Fumane, Arsuaga se fijó en unos restos de alas pertenecientes, entre otros, a grandes aves entre córvidos, buitres y águilas. En esta cueva los neandertales despedazaron muchos animales para comérselos aunque para Arsuaga, y cito textualmente, estas partes del cuerpo (las alas) no proporcionaban alimento alguno a los neandertales.
Voltaire decía que la ignorancia afirma o niega rotundamente, la ciencia sólo duda
La afirmación anterior no halla dato científico alguno. Es más, contraviene la gran cantidad de proteína que hay en las alas de aves de gran tamaño, algo muy apreciado en todos los Kentucky Fried Chicken, ¿o el mundo entero desestima los millones de alitas fritas que se sirven en esta cadena? Aún así, y bajo el pretexto que los neandertales no consumían alas de ave, Arsuaga defendía que trajeron éstas a la cueva para arrancarlas y utilizarlas como adorno en sus cabezas.
En fin, que al igual que algunos sapiens, como los Sioux o los Cheyenne, los neandertales se plumaban la testa. Con todos los pretextos anteriores alguien pudiera pensar que algunos expertos intentaban sapienizar a los neandertales. Voltaire decía que la ignorancia afirma o niega rotundamente, la ciencia sólo duda.
Hoy en día, y quien quiera saltarse los prejuicios, se percata que sapiens y neandertal fueron variedades de sapiens distintas
Hoy en día, y quien quiera saltarse los prejuicios, se percata que sapiens y neandertal fueron variedades de sapiens distintas. Gracias a sus moldes endocraneales sabemos que poseían estructuras cerebrales diferentes y por lo tanto maneras desiguales de pensar. También conocemos que su estructura corporal era sumamente divergente y que sus hábitos de vida diferían en base a los hallazgos arqueológicos. Entonces, ¿cómo se puede justificar la sapienización de los neandertales? Es evidente que cuando observamos el horizonte de 0 a 180 grados vemos la realidad, pero si nos obstinamos en fijarnos sólo en un radio menor caemos en nuestros prejuicios. Aunque si queremos ver lo que está detrás nuestro entre los 180 a 360 grados, y sin tener ojos en la nuca, caemos en la ciencia ficción. En Atapuerca, y según los hechos manifiestos, o bien han caído en prejuicios o bien se han inventado una realidad paralela. En ambos sentidos han logrado llamar la atención de los medios y de los políticos que les subvencionan.
En fin que sapienizar a los neandertales sería un error equivalente a neandertalizar a los sapiens. Como dijo Albert Einstein, triste nuestra época en donde es más difícil romper un prejuicio que un átomo. Ahora debemos ver cómo vivieron realmente estos primeros sapiens huyendo de prejuicios e intereses científicos. Veamos pues los últimos cazadores y recolectores.
Este artículo es la continuación de una serie titulada “Prejuicios y Evolución Humana“, a cargo de nuestro colaborador científico, David Rabadà.
Entrega anterior: Neandertales y sapiens, ¿una misma especie? (entrega 36)
Es que hay tanto de ideologías, prejuicios, estéticas y fantasías, en muchas llamadas ciencias, que lo lógico sería desbancarlas de ese status. Se trataría más bien de unas ¿disciplinas académico-especulativas? Habría pues que clasificarlas de otra forma.
Por lo demás, hubo un estudio sobre neandertales en Gibraltar que parecía demostrar el uso de plumas.
Las al llamadas ciencias podemos llamarlas «Conocimientos» sin más.
En cuanto a las plumas hay varios capítulos sobre los neandertales en esta sección que lo ponen en duda, o al menos se argumenta que si sucedió no poseemos pruebas contrastadas de ello, más bien fue la imaginación de unos NO científicos quienes han inferido tales presunciones