La UE inicia un proyecto de alta tecnología en aras de la seguridad universal de la equitación
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La equitación es una actividad muy popular y saludable para los aficionados de todas las edades. Se trata de un deporte completo y apto para familias y por ello son muchos quienes lo practican. Pero existen aspectos relacionados con la seguridad que hay que tener muy presentes en todo momento, tanto si se monta campo a través, en campo abierto, en caminos de herradura o en otros espacios.

EQUISAFE es un proyecto financiado con fondos europeos que inició su andadura el pasado mes de noviembre y que aspira a reducir el elevado número de percances ecuestres, muchos de los cuales no figuran siquiera en las estadísticas oficiales. Durará dos años y tiene el objetivo de desarrollar un sistema electrónico que incremente, en conjunto, la seguridad al montar a caballo y demás actividades ecuestres.
El sistema proyectado, fundamentado en sensores inalámbricos, servirá para vigilar los riesgos asociados a las actividades ecuestres, la salud del animal y su comportamiento y se pretende que pueda ser utilizado por jinetes tanto experimentados como inexpertos.
Los datos de que se dispone a escala de toda la Unión Europea ponen de relieve la necesidad de elevar el nivel de seguridad en este sector. Según la «Asociación europea para la prevención de las lesiones y la promoción de la seguridad» (EuroSafe), en 2009 (último año sobre el que se dispone de cifras), las actividades ecuestres fueron el origen de nada menos que el 15 % del total de lesiones mortales en actividades deportivas en la UE de los Veintisiete. La mayoría de las incidencias fueron provocadas por caballos desbocados, nerviosos y dados a la fuga. La inmensa mayoría de las lesiones hípicas registradas se concentraron en el grupo de edad de entre 25 y 59 años, correspondiendo el 13 % a traumatismos craneales.
[blocktext align=»left»]Se pretende que pueda ser utilizado por jinetes tanto experimentados como inexpertos
El sistema propuesto por EQUISAFE, financiado en virtud del Séptimo Programa Marco de la UE, abarca varias funciones, entre ellas, un seguimiento geográfico en tiempo real de los caballos, la monitorización en línea de la salud (incluyendo alarmas automáticas) y el reconocimiento del comportamiento y los movimientos del animal.
Otra función proyectada es la detección automática, a través de receptores de GPS acoplados a los arreos del caballo, de comportamientos anómalos y no deseables en el establo y también cuando el caballo está siendo manejado y montado. Toda esta información queda registrada y se analiza, pudiendo activar determinada alarma cuando se detecta una conducta anómala.
El sistema de EQUISAFE incluye también vigilancia del jinete, al contar con sensores de detección que pueden dar la alarma a un instructor que se encuentre cerca y a los responsables de las dependencias en caso, por ejemplo, de que un jinete se encuentre en apuros. El sistema está previsto que informe automáticamente a un instructor si determinado caballo se distancia del grupo o se pone nervioso.
Christopher Spiteri, de la empresa con sede en Malta Ateknea Solutions (que coordina el proyecto), informó que son más de una treintena los países de Europa en los que existen centros lúdicos de hípica. Estos centros gozan cada vez de mayor popularidad y su peso económico en el sector turístico es ya «considerable».
Y añadió: «En los centros de equitación se ajustan a las necesidades de los distintos aficionados, desde principiantes hasta jinetes experimentados. Sin embargo, actualmente se carece de medidas de seguridad para esta práctica. Hoy en día, los centros ecuestres carecen de servicios de control e información al jinete sobre las condiciones sanitarias del caballo, lo cual puede mermar el nivel de seguridad de esta actividad».
En los últimos tiempos son varias las personas célebres que han sufrido lesiones graves o incluso mortales a raíz de accidentes ecuestres. Dos ejemplos algo más antiguos son los del actor Christopher Reeve, más conocido como Superman, quien en 1995 quedó paralizado de cuello abajo después de caerse de su caballo, y el músico y compositor estadounidense Cole Porter, cuyas piernas fueron aplastadas en otro accidente de equitación en 1937, provocándole dolor crónico y una grave discapacidad.
EQUISAFE tiene el cometido de velar por la seguridad de todo caballo y jinete, sin importar su condición social.