La saturación de imágenes sobre las obras de Antoni Gaudí ha configurado una visión generalizada de un arquitecto excesivo, colorista, figurativo y algo cursi, pero sensacionalmente popular. La reproducción de millones de fotografías en internet y publicaciones de todo tipo se ha impuesto de forma vulgar y repetitiva, y, consecuentemente, ha provocado un efecto de banalización en la difusión de sus trabajos.
El 10 de junio de 1926, fallecía en Barcelona, atropellado por un tranvía, Antoni Gaudí i Cornet, arquitecto y máximo representante del modernismo catalán. Su nombre está asociado al de su obra más emblemática, el templo expiatorio de la Sagrada Familia de Barcelona.
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