En un reciente estudio encontraron que personas con una ingesta elevada de carnes procesadas tienen un 30% más probabilidades de empeorar su función física, en comparación con otras personas que apenas consumen este tipo de alimentos. Sin embargo, el consumo elevado de carnes rojas o carnes blancas no se asoció a empeoramiento de la función física.
Recientemente el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) ha evaluado la carcinogenicidad del consumo de carne roja y de carne procesada. Un Grupo de Trabajo de 22 expertos de 10 países clasificó el consumo de carne roja como probablemente carcinógeno para los humanos (Grupo 2A) y el de carne procesada como carcinógeno para los humanos (Grupo 1). Ante la alarma social creada por este comunicado, la OMS responde a varias dudas suscitadas en torno a este estudio.
Un informe hecho público hoy por la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC), perteneciente a la Organización Mundial de la Salud, ha determinado que la carne procesada es cancerígena. Los expertos concluyeron que cada porción de 50 gramos de carne procesada al día aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%.
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