“Exigimos la paz para nuestros países. ¡Hagamos ciencia, no la guerra!”. Así concluye la carta abierta antibélica impulsada por el científico ruso Mikhail Gelfand a la que se han sumado cientos de firmas. Reino Unido, Canadá, Francia, Polonia y Estados Unidos, que ya han anunciado que no participarán en el Congreso Internacional de Matemáticos que está previsto que se celebre en San Petersburgo (Rusia) en julio.
En nuestro país la falta de científicos y técnicos brilla por su ausencia, algo que conlleva problemas económicos para el Estado y de paro laboral para los jóvenes, un 30%. Cuando pregunto a mis alumnos por ello, la mayoría me dicen que se decanta por las humanidades al percibirlas más fáciles, una percepción que está dejando sin técnicos aborígenes a muchas empresas y en el paro a muchos de mis aprendices.
El Banco de Inglaterra ha invitado a sus ciudadanos a proponer nombres de científicos para ilustrar el próximo billete de 50 libras esterlinas, iniciativa que la revista Nature ha aprovechado para reclamar que incluya el rostro de una mujer. Antes del euro, España honró en cuatro ocasiones a los héroes de la ciencia en la moneda nacional.
Un artículo publicado en la revista Frontiers in Psychology y liderado por investigadores de la UPM, explica como utilizar metodologías de las redes complejas para analizar el juego de los equipos de fútbol. La clave es entender las acciones de un jugador como el resultado de la interacción con sus compañeros y, al mismo tiempo, con sus rivales.
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