Las enanas blancas, estrellas muertas remanentes, pueden volver a la vida en forma de gran explosión termonuclear y de rayos X, apareciendo luego, durante tan solo unas horas, una ‘nueva’ estrella en el cielo: una nova. El observatorio alemán de rayos X eROSITA ha podido observar por primera vez el inicio del fenómeno.
Cada veinte minutos, las estrellas del un sistema doble completan una órbita en torno al centro de masas común, una frecuencia que apunta a que se trata de un sistema excepcional: no está formado por estrellas “normales”, sino por enanas blancas.
Investigadores del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC) y otros centros internacionales han descartado multitud de parámetros posibles para los fotones oscuros –un tipo de materia y energía oscura– con la ayuda de las enanas blancas.
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