Un consorcio internacional ha secuenciado el genoma de un pez primitivo, el Lepisosteus oculatus, o catán pinto. El estudio revela cómo el genoma de este pez puede ser clave para entender transiciones evolutivas importantes (por ejemplo, el paso del agua a la tierra en los vertebrados), y desde un punto de vista aplicado a la medicina traslacional, para estudiar enfermedades humanas.
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