Durante los meses de marzo y abril de 2020 los hospitales en todo el mundo vieron como sus recursos de personal, de equipos de atención y su infraestructura se veían llevados al límite por el incesante goteo de pacientes con la covd-19. Uno de los aspectos que sufrió este desmedido descontrol fue la atención y comunicación con los familiares de los enfermos.
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