Si nos fijamos detenidamente en la trama que confecciona una araña activa, nos daremos cuenta de que siempre conserva su forma. Incluso después de atrapar un insecto, la telaraña, con su forma circular, es capaz de reabsorber el estiramiento de los hilos para recobrar su tensión. Este fenómeno ha fascinado a los científicos durante varias décadas y ahora lo reproducen en nuevo material.
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, aceptas el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.
Configurar y más información