Los coches propulsados por hidrógeno son considerados como una solución potencial a la contaminación provocada por los motores de gasolina y gasóleo. Con todo, aún no se ha materializado el despliegue masivo de los vehículos eléctricos con pilas de combustible (VEPC).
Europa se propone situarse a la cabeza de la movilidad sin emisiones y realizar una transición hacia un sistema energético limpio e hipocarbónico. Una estación de repostaje de hidrógeno situada en Francia está contribuyendo enormemente al logro de un sistema de transporte sin emisiones.
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