La ESA se ha propuesto monitorizar la salud de la vegetación de nuestro planeta midiendo desde el espacio el débil brillo que emiten las plantas cuando transforman la luz solar y el dióxido de carbono en energía. Conocer la salud y el estrés de la vegetación de nuestro planeta es fundamental, ya que el continuo aumento de la población impone una demanda cada vez mayor en la agricultura y la ganadería.
El satélite de la ESA Sentinel, lanzado el pasado 3 de abril, ha enviado ya sus primeras imágenes radar de la Tierra, en las que ya se atisba el tipo de datos que este satélite aportará al ambicioso programa europeo de vigilancia medioambiental Copernicus.
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